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San Juan y Martínez: páginas con aroma de tabaco

San Juan y Martínez: páginas con aroma de tabaco

Por: Maritza Padilla

Según don Fernando Ortiz, las raíces de Cuba están ligadas a la historia del contrapunteo de la caña de azúcar y del tabaco, pero en Pinar del Río la balanza se inclinó hacia el cultivo de la hoja, cuya calidad ha dado fama en el mundo a las vegas de Vueltabajo.

Especialmente hacia finales de la primera mitad del siglo XVIII la unión de los corrales San Juan y el Martínez fue la génesis del homónimo poblado pinareño, reconocido desde entonces por la alta calidad de sus vegas.

Distinguidas por la lozanía de las plantaciones y por el aroma sin igual que desprende el producto nacido de ellas, resultan bendecidas para el cultivo, de ahí que el municipio, actualmente con alrededor de 47 000 habitantes, ganara el calificativo de La meca del tabaco en Cuba.

Los hombres que labran esos suelos poseen la experiencia acumulada de tantos años, transmitidas de padres a hijos y actualmente familias enteras participan en las diferentes tareas demandadas por esta planta solanácea.

Uno de los principales rubros exportables del país, casi la quinta parte de la producción tabacalera de Pinar del Río, la aporta este territorio, con la característica de que la totalidad de sus hojas proceden de vegas finas y de primera destinadas a la confección de habanos.

En los predios de San Juan y Martínez se encuentra también la estación experimental del tabaco, fundada en 1937, la cual tiene como objetivo primordial el mejoramiento genético de las diferentes variedades para lograr resistencia a enfermedades.

Numerosos adelantos científicos han surgido de esa institución, los cuales posibilitaron crecimientos de los rendimientos productivos, humanización de la labor y la reducción de la fuerza laboral.

Otra de las ramas en desarrollo en el municipio es la forestal, actividad a la cual está dedicada el 53 por ciento de su área, cubierta mayormente de bosques ricos en recursos maderables que posibilitan la obtención de otros productos como la resina de pino, de gran uso industrial.

Entre sus riquezas destaca en el lugar conocido por Lagunillas canteras de mármoles de reconocida calidad y una plataforma marina con diversas especies de gran valor comercial.  

El vertiginoso progreso del municipio es prueba del vaticinio del joven revolucionario sanjuanero Luis Saíz Montes de Oca, quien en su testamento político ¿Por qué luchamos? expresó: "La obra revolucionaria será algún día orgullo de todos".

Coordinador del Movimiento 26 de Julio en ese territorio, junto a su hermano Sergio fue asesinado el 13 de agosto de 1957; sus casi adolescentes vidas resultaron ofrendadas así a la Revolución cubana que como manifestaron desearon justa, grande, renovadora, honrada y socialista.

De la estirpe del también patriota de esa tierra Rafael Morales y González y de quienes se incorporaron a las tropas de Maceo durante su estancia en Vueltabajo, los hermanos Saíz trascendieron como dignos hijos de San Juan, conocido por el Bayamo de Occidente.

Tal denominación obedece al patriotismo de los habitantes del lugar, los cuales ante el asedio de las fuerzas españolas incendiaron el pueblo en la madrugada del 21 de febrero de 1896.

Solo quedó en pie como testigo del heroico acto la torre de la iglesia y la fecha pasó a la historia como el Día de la Dignidad Sanjuanera.

Tiene este sitio también el privilegio de que allí el Comandante en Jefe inaugurara  en 1961 la comunidad Hermanos Saíz, primera construida en el país para campesinos y obreros agrícolas.

Sencillos y hospitalarios, la actual generación de sanjuaneros, al igual que sus ancestros, defienden las conquistas de la Revolución y el esfuerzo diario de su gente se entremezcla con las extensas y verdes vegas y el mítico aroma del tabaco en perfecta simbiosis de cubanía.

 

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