Cuidado con la incidencia de los rayos solares
Julio Juan Leandro
-¡Juanita, se te olvidó la sombrilla! La soriasis está dañando la piel de muchas personas, -le aconsejaba Carmen a su hija, previniéndola de los efectos de los rayos solares.
Expresiones parecidas se escuchan casi siempre a partir del mediodía, pues desde el mes de mazo los termómetros solo bajan algo en las madrugadas o después de un buen aguacero.
Los especialistas en Meteorología denominan sensación térmica al agobiante acaloramiento que se palpa al aire libre, el cual siempre es superior al calor real en ese momento.
La poca brisa, el cielo despejado y la alta humedad relativa se combinan e impiden la correcta evaporación del sudor en la piel, lo que provoca baja "refrigeración" en la dermis y epidermis, según los entendidos en la materia.
Es muy fácil comprobar cómo varía la percepción térmica en esta inoportuna "calefacción natural" de la época, ya que al situarse uno en un lugar de sombra, nota enseguida la diferencia.
En los últimos años el ardor del astro rey se torna más molesto y las temporadas invernales cada vez son más cortas, además de otros bruscos cambios en la naturaleza que están provocando el deshielo de los glaciares.
El calentamiento de los océanos daña especies marinas y la fauna avícola en regiones del planeta, donde la energía solar reinante durante gran parte del año perjudica también las nidadas de los pájaros.
Los rayos ultravioletas son los culpables de numerosas enfermedades, entre ellas el cáncer de piel, por lo cual la protección de la capa de ozono no es una simple consigna, sino un llamado a la reflexión de toda la humanidad, en especial a los países que realizan ensayos nucleares.
El pasado lunes 12 de mayo, en Jíquima, Holguín, se registraron 36,5 grados Celsius y en otros cuatro lugares del archipiélago cubano estuvo por encima de 35.
Aunque Ciego de Ávila está en la región central cubana, sus habitantes no olvidan el récord de calor aquí de 37,5 grados Celsius, ocurrido en el sureño pueblo de Venezuela el dos de junio del 2004.
Para atenuar en algo la insoportable calidez, lo mejor sería -antes de que llegue el mes de agosto- protegernos con sombreros y sombrillas, con el fin de hacer más placentero este verano y al mismo tiempo preservar la salud.
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edilverto -