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Cambio climático ¿menos ciclones?

Cambio climático ¿menos ciclones?

Por Juliett Morales García (PL)

 

 

¿Traerá el incremento del efecto invernadero un aumento del número y potencial destructivo de los huracanes y tormentas tropicales en la cuenca del Atlántico, como vaticinan los científicos?

 

Durante los últimos años, entre junio y noviembre, los países de este hemisferio han sufrido tormentas de efectos catastróficos como Mitch, Stan, Katrina, Dennis, Vilma en años de alta actividad ciclónica.

 

La temporada del 2005, cuando incluso se agotó el listado de nombres para las tormentas tropicales y hubo que recurrir al alfabeto griego, aparentemente reforzó la idea de que el cambio climático traería entre sus severas consecuencias un incremento de la cantidad y fuerza de los huracanes.

 

Pero ahora un equipo de investigadores del Laboratorio Geofísico de Dinámica de Fluidos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, disiente de esa teoría.

 

Basados en un modelo matemático de dinámica atmosférica, los científicos sugieren que para fines del presente siglo se formarán menos ciclones de lo esperado en la cuenca atlántica.

 

Dicha hipótesis desvincula el cambio climático del incremento del número de temporales durante los últimos años.

 

"El principal punto que queremos enfatizar es que no hay evidencia en este estudio de que estemos ante grandes incrementos de huracanes en el Atlántico o en la frecuencia de tormentas tropicales provocados por gases de efecto invernadero", enfatizó Tom Knutson, líder del estudio.

 

¿Podrán entonces dormir algo más tranquilos los pobladores de las Américas y el Caribe dentro de medio siglo?

 

Aunque es posible que la cantidad de tormentas decaigan con respecto a lo que sugieren modelos generalmente aceptados, habrá cierto incremento en la violencia de esos sistemas y de las lluvias torrenciales, según el equipo de la NOAA.

 

Como resultado, los huracanes más intensos disminuirán en un ocho por ciento, los de menor intensidad en un 18 por ciento, mientras que las tormentas tropicales decaerán en un 27 por ciento.

 

Las lluvias fuertes en los períodos ciclónicos aumentarán en  un 37% a 50 kilómetros del centro, en 23% a 100 kms y en 10% a 400 kms del centro de la tormenta.

 

MODELO DINAMICO

Con la ayuda del modelo dinámico regional de simulación de huracanes el director del estudio, Tom Knutson y sus colegas,  reprodujeron el aumento de la frecuencia de esos organismos entre agosto y octubre de 1980 al 2006, y lo que puede suceder en el mismo período del 2060 al 2085.

 

"Nuestro modelo climático regional de la cuenca del Atlántico reproduce la ocurrencia de un mayor número de huracanes entre 1980 y 2006, con sus variaciones anuales y la observación de la temperatura de la superficie del mar (SST) y las condiciones atmosféricas", escribió Knutson en la revista Nature Geoscience.

 

"Apreciamos el cambio en una larga escala climática, que pronostica lo que puede ocurrir para el final del siglo XXI, y hallamos que la frecuencia de ciclones y tormentas tropicales disminuirá".

 

Sin embargo, una mayor cantidad de metros cúbicos de agua se acumularán por fuertes precipitaciones vinculadas a sistemas tropicales.

 

Su hipótesis discrepa de los pronósticos realizados por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), cuyos modelos de proyección del clima apuntan a una más alta frecuencia  e intensidad de los ciclones tropicales en la cuenca atlántica a causa del efecto invernadero.

 

NUEVA PERSPECTIVA

Estos modelos dinámicos aportan una nueva perspectiva a la interrogante de si el número de ciclones será mayor y su potencial más destructivo (PDI).

 

Para su desarrollo, el equipo tuvo en cuenta el aumento de la temperatura global y la ocurrencia de fenómenos atmosféricos como El Niño.

 

La investigación soporta la idea de que el combustible de los huracanes ha sido el calentamiento de la superficie del Atlántico. Pero la mayor ocurrencia de ciclones y tormentas tropicales durante los últimos 25 años carece, según Knutson, de vínculos con el cambio climático.

 

 

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