Vacunas contra el SIDA, pocas esperanzas
Por Vivian Collazo Montano(PL)
A 25 años del diagnóstico del primer caso de SIDA el número de afectados por la dolencia no deja de crecer a pesar que mucho se ha avanzado en el conocimiento de la afección, mecanismos inmunológicos, formas clínicas, tratamiento de infecciones oportunistas y el empleo de drogas antirretrovirales.
De acuerdo con el último informe del Programa de Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA), en la actualidad hay 33,2 millones de personas viviendo con el mal, de las cuales 2,5 millones son menores de 15 años.
Las esperanzas de los científicos para frenar la expansión del SIDA están depositadas en las vacunas; sin embargo, su obtención es más complicada de lo que se esperaba, por lo que las posibilidades de lograr un biológico capaz de evitarla o controlar de por vida la infección por VIH, están hoy muy lejos de lograrse.
Muchas son las compañías farmacéuticas y las instituciones científicas de todo el orbe enfrascadas en la búsqueda de un compuesto eficaz y seguro, pero hasta el momento nada radical ha podido obtenerse y los expertos consideran que pasarán varios años antes de poder conseguir la ansiada inmunización.
El ensayo más avanzado y prometedor fue cancelado en septiembre del pasado año, tras 10 años de estudios y luego que varios análisis demostraran su relativa ineficacia.
Desarrollado por el Instituto Nacional Estadounidense de Alergias y Enfermedades Infecciosas y los laboratorios Merck, la vacuna no logró impedir la infección por VIH, ni disminuir la carga viral.
Este compuesto era muy esperanzador. Su fracaso es una decepción, declaró entonces el doctor Mark Feinberg, director general de Merck.
En la actualidad existen docenas de investigaciones en curso, pero son muy pocas las que se ensayan en grupos humanos de escala considerable.
La gran dificultad para poner a punto una vacuna capaz de enfrentar el agente causal se basa en las características excepcionales del virus.
El VIH tiene una enorme diversidad de secuencias genéticas, lo que lo hace capaz de mutar con facilidad y adaptarse al medio, señalan especialistas.
Existen tres grupos diferentes de VIH, de los cuales el primero, llamado M, se divide a su vez en nueve subtipos distintos con un número indeterminado de variantes en circulación.
Asimismo, un virus de un subtipo puede variar, sufrir más mutaciones en el proceso de infección de una sola persona.
Como en el caso de las vacunas, los intentos de hallar microbicidas, sustancias vaginales protectoras, no han fructificado y el virus sigue propagándose gracias a la ignorancia, los prejuicios y la falta de compromiso de mandatarios políticos.
Sin embargo, el SIDA puede evitarse.
En pleno siglo XXI, el condón, un simple y barato dispositivo, es todavía la herramienta más eficaz -aparte de la abstinencia-, para frenar la extensión de la patología entre las personas sexualmente activas.
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