Detrás de las huellas de la bella Nefertiti
Teresita Jorge Carpio
El destacado arqueólogo británico Nicholas Reeves cree haber localizado una nueva gran tumba en el Valle de los Reyes, en Egipto. Ese especialista posee demasiadas evidencias de que en ella podría reposar la hermosa Nefertiti, símbolo legendario de belleza femenina.
Durante 25 años este egiptólogo estudio el Valle de los Reyes, lo cual permitió localizar la Gran Tumba KV63, la primera desde Tutankamen, en 1922.
Han sido interminables los años en los cuales los arqueólogos han buscado las tumbas perdidas bajo más de 30 siglos de piedra caliza.
Esta búsqueda arqueológica es casi tan apasionante como la historia de los faraones del antiguo Egipto, que hoy reposan en extraordinarias tumbas.
En el 2000 Reeves realizó un estudio de sonar y radar de penetración terrestre que reveló una burbuja de aire escondida entre las rocas.
La tecnología del radar de penetración -GDR en inglés- es un sistema electromagnético para el estudio no destructivo del suelo, pero que no está muy extendido en arqueología, quizá porque es algo complejo y difícil de interpretar.
Únicamente sirve en terrenos muy áridos, lo que hace que sea excepcionalmente idóneo para el Valle de los Reyes.
Ángela Posada Swafford, autora de un extenso reportaje sobre la tecnología del radar de penetración dice que este se basa en una emisión de pulsos electromagnéticos, mediante una antena emisora que se halla próxima al suelo.
El pulso penetra en la tierra y muestra una concentración de arcos. Un vacío o cámaras aparecen como un grupo de arcos, unos encima de otros.
De estar en lo cierto, el vacío en la pantalla de radar se convertiría en la KV63, la primera tumba que se encontró en el Valle de los Reyes desde Tutankamem, en 1922.
Más adelante en 2006 se anunció el hallazgo de una nueva tumba, a la que se denominó KV64, que se supone sea la tumba de la reina Nefertiti, que en su época fue la mujer más poderosa de la tierra.
La tumba de la esposa de Akenatón, corregente del gobierno y madrastra de Tutumkamen, es de hecho uno de los grandes sepulcros por descubrir de la historia egipcia del periodo correspondiente a la dinastía XVIII, cuando Egipto se encontraba en su cenit.
De acuerdo con los arqueólogos esta tumba debe de estar en el Valle de los Reyes, y aunque es la más importante, todavía faltan varias personas de la realeza de ese periodo.
Tampoco ha sido encontrada la tumba de Kiya, la segunda esposa de Akenatón y posiblemente la madre de Tutankamem, faraón de la XVIII dinastía que restauró el culto de Amón.
Entretanto, los investigadores prosiguen su trabajo, fascinados por la historia que hay detrás de los suntuosos sepulcros.
Los entierros precisaban años de preparación y lo cierto es que la muerte de Tutankamem fue tan inesperada que su futura tumba ni siquiera se había comenzado a planear.
De ahí que los arqueólogos estiman que los encargados de las obras fúnebres se vieron en un aprieto y tuvieron que reciclar a la carrera objetos destinados a otros y ponerlo en una tumba hecha para otra persona, que sería supuestamente Nefertiti.
Ellos se sustentan en que las paredes del sepulcro de Tutankamem hay dibujos femeninos, imágenes reales de mujeres, inscripciones que aluden a personas llamadas Neferneferuaten y Semenkhare, con un parecido increíble a la hermosa Nefertiti.
Se piensa que las tres son la misma persona: la reina que tomó el trono después de su cónyuge, enterrada como un faraón.
Entretanto, siguen los trabajos para resolver lo que se considera uno de los misterios de la Dinastía XVIII: Encontrar la tumba de Nefertiti.
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