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Caro arroz

Caro arroz

Lucilo Tejera Díaz (AIN)

Cuando Francisco, un viejo jubilado, terminó de comer aquella noche, satisfecho y sonriente se echó hacia atrás en la silla e hizo una observación que llamó la atención de toda la familia: "Me acabo de comer, sólo por el arroz, un poquito más de 22 centavos de dólar".


Todos rieron y Ana, su esposa, le preguntó: "¿A qué viene eso, Pancho?".


La comida había ido sencilla: arroz, una rebanada frita de embutido y tostones. Ana la había complementado con dulce de mango.


Con tranquilidad Francisco contestó:


"Miren, escuché que una tonelada de arroz comprada en el mercado mundial y transportada hasta uno de sus puertos le costaba a Cuba mil dólares, lo cual quiere decir que por cada libra paga 45 centavos de dólar".


El hombre se detuvo en la conversación y observó como todos lo atendían y esperaban terminara la explicación.

 

"Entonces si tú, Ana, cocinaste tres "laticas" de arroz, quiere decir que consumimos entre los cuatro más o menos una libra y media. Tú apenas comes por las noches, lo cual significa que cada uno de nosotros tres comimos casi media libra de arroz, o sea, cerca de 22 y medio centavos de dólar, aunque en la bodega lo pagamos solamente a un poquito más de 12 centavos de nuestro peso nacional".


Con sus matices esa es la media de lo que ocurre todas las noches en cada hogar cubano, donde, como en muchos otros lugares del mundo, el arroz es esencial en la mesa en las dos comidas del día.


Hay que tener en cuenta que un núcleo de cuatro personas, por ejemplo, normalmente realiza en su vivienda una comida de lunes a viernes, pues el almuerzo lo hacen en el comedor obrero quienes laboran -digamos el padre y la madre- y en la escuela o el círculo infantil, los hijos.


Cuba importa de mercados asiáticos -Viet Nam, China y Tailandia- 600 mil toneladas del cereal para cubrir sus necesidades de la canasta familiar y el consumo social en centros hospitalarios, escuelas, círculos infantiles, comedores de centros de trabajo y la gastronomía.


Aunque el arroz que el gobierno subsidia fuertemente y se vende en las bodegas por la libreta de abastecimiento no alcanza para satisfacer la demanda de un mes, sí constituye un aporte considerable a la economía familiar, que completa lo necesario en este período en los mercados agropecuarios a 3,50 pesos la libra como media.


Sin embargo, ese grano indispensable ha tenido considerable alza de precio en el comercio mundial.


Sin ir demasiado atrás en el tiempo: a fines del 2007 Cuba desembolsaba por cada tonelada 525 dólares (incluye precio del producto, seguro y flete, es decir traído hasta puerto cubano) y a mediados del 2008 había subido a mil 110.


El arroz es sólo un caso de los alimentos que aumentaron enormemente las cotizaciones en las bolsas mundiales, más por especulación que por déficit de producción, y arrastrado por el caos tremendo en el precio del petróleo que ya anda por más de 140 dólares el barril.


Este cereal no es el único que Cuba importa para cubrir la canasta básica y el consumo social y lo adquiere cada vez más caro.


Valgan estos ejemplos con los precios entre diciembre del 2007 y mediados del 2008: el aceite comestible subió de mil 213 dólares la tonelada a mil 577, el pollo en cuartos de mil 073 a mil 405, el frijol negro de 830 a mil 308, el colorado de 960 a mil 608, el de soya de 545 dólares a 674 y el chícharo de 568 a 660.


¿Sabe usted cuánto cuesta en este momento producir una tonelada de arroz en Cuba? Más o menos 400 dólares.


Entonces es preciso explotar en mayor cuantía y mejor la agricultura y la ganadería del país.
   A eso se dirige Cuba porque siempre todo será más barato.

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