A gusto mientras espera al nuevo hijo
Por Jesús Barreto (AIN)
El tiempo de embarazo no se iguala a alguna otra etapa de la vida de la mujer, en ella experimenta sentimientos únicos mientras se forma su hijo. Desde que decide planificar un embarazo, la mujer comienza a poner en forma su cuerpo con ejercicios y cuidando mantener el peso ideal.
La alimentación ha de ser equilibrada con el apoyo de algún suplemento de vitaminas prenatales, que se puede tomar antes y durante del embarazo. Los primeros tres meses del embarazo son determinantes, pues el crecimiento del feto es muy rápido y es en esa etapa en la que pueden desarrollarse procesos de células anormales.
Algunos estudios revelan que el feto absorbe masa ósea de la madre, si ella no toma suficiente calcio. Erróneo es el criterio que la embarazada debe alimentarse por dos. Sólo en los últimos tres meses requiere agregar 200 calorías más al día, que pueden encontrarse en una papa hervida, una taza de leche desnatada o un pedazo de queso.
Los médicos aconsejan mucha atención con la vitamina A, que en exceso puede ser tóxica para el feto. Contra el estreñimiento se recomienda ingerir abundante líquido, caminar y ciertos ejercicios suaves, aunque siempre debe consultarse al médico.
El peso de la gestante debe observarse con mucho celo debido a lo esencial que es para la salud del bebé. No es ocioso recordar que la ingestión de bebidas alcohólicas y el tabaquismo son perjudiciales tanto para la madre como para al bebé.
Disgustos frecuentes y los problemas familiares deben evitarse en la maternidad. Una investigación pública de Child Development sugiere que la ansiedad experimentada durante el embarazo puede tener serias consecuencias sobre el recién nacido, como síntomas de hiperactividad o ansiedad en la infancia, sobre todo si se produce durante los tres o cuatro primeros meses de la gestación.
El tiempo de embarazo no se iguala a alguna otra etapa de la vida de la mujer, en ella experimenta sentimientos únicos mientras se forma su hijo. Desde que decide planificar un embarazo, la mujer comienza a poner en forma su cuerpo con ejercicios y cuidando mantener el peso ideal.
La alimentación ha de ser equilibrada con el apoyo de algún suplemento de vitaminas prenatales, que se puede tomar antes y durante del embarazo. Los primeros tres meses del embarazo son determinantes, pues el crecimiento del feto es muy rápido y es en esa etapa en la que pueden desarrollarse procesos de células anormales.
Algunos estudios revelan que el feto absorbe masa ósea de la madre, si ella no toma suficiente calcio. Erróneo es el criterio que la embarazada debe alimentarse por dos. Sólo en los últimos tres meses requiere agregar 200 calorías más al día, que pueden encontrarse en una papa hervida, una taza de leche desnatada o un pedazo de queso.
Los médicos aconsejan mucha atención con la vitamina A, que en exceso puede ser tóxica para el feto. Contra el estreñimiento se recomienda ingerir abundante líquido, caminar y ciertos ejercicios suaves, aunque siempre debe consultarse al médico.
El peso de la gestante debe observarse con mucho celo debido a lo esencial que es para la salud del bebé. No es ocioso recordar que la ingestión de bebidas alcohólicas y el tabaquismo son perjudiciales tanto para la madre como para al bebé.
Disgustos frecuentes y los problemas familiares deben evitarse en la maternidad. Una investigación pública de Child Development sugiere que la ansiedad experimentada durante el embarazo puede tener serias consecuencias sobre el recién nacido, como síntomas de hiperactividad o ansiedad en la infancia, sobre todo si se produce durante los tres o cuatro primeros meses de la gestación.
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