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El guateque gusta por igual a campesinos y citadinos

El guateque gusta por igual a campesinos y citadinos

Si alguien dice en Cuba que va a un guateque, únasele usted. Asistir a uno de estos festejos guajiros es topar con la alegría, el buen humor, la mejor comida criolla y el entorno más sano. Pero cuidado, por favor, rectifique muy bien el sonido no sea que haya oído guataquear.

En buen cubano, esta palabrita tiene significados bien diversos. Uno es honorable como el que más: remover la tierra con el azadón, laborar con la guataca. El otro, adular o lisonjear de manera servil, es considerado pecado mortal.

Los campesinos organizan su guateque para darse gusto a sí mismos. El puerco asado, el congrí y la yuca con mojo son platos típicos que no pueden faltar. Tampoco el ron. El escenario suele ser bien sencillo: un ruedo techado con las hojas secas de la palma real, conocidas como guano; con varios troncos de este mismo árbol en función de columnas, y un grupo de taburetes -sillas de madera y cuero- dispuestas en círculo alrededor de los músicos y el baile.

Contiguo a este ranchón siempre hay un terreno limpio, listo para el ensarte de argollas y otros juegos a caballo. La música de guitarra, maracas, laúd y tres invita al baile de parejas.

Pero el punto culminante de la fiesta es la competencia de los poetas. Artistas del verso improvisado, estos hombres y mujeres establecen una controversia cantada, que divide a los asistentes en bandos enfrentados. Cualquiera del público puede sugerir el tema o "pie forzado", y los repentistas están obligados a polemizar al instante, al compás de la música y con la métrica y rima de la décima.

Participar de una controversia es una experiencia irrepetible: cada vez se ponen a prueba los conocimientos y habilidades de los competidores, su agilidad mental y la gracia para retar al contrincante, responderle con humor y ganar el favor del coro de guajiros en taburetes.

Durante décadas, la televisión cubana ha mantenido en el aire el programa Palmas y Cañas, que reproduce el ambiente de los guateques. La permanencia y popularidad del espacio demuestra que la fiesta guajira entusiasma a campesinos y a citadinos por igual. De modo que, si usted oye decir a alguien que va a guatequear, únasele. Y ya verá.

 (Tomado de Cubasí)

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