La belleza espectacular de María la Gorda
Quienes oyen hablar por primera vez de María la Gorda no reconocen en este nombre de mujer un lugar de belleza sin par. La hermosa playa de la ensenada de Corrientes atesora los más extraordinarios fondos submarinos del área del Caribe, que a decir de muchos semejan un jardín de gorgonias, esponjas... y de coral negro.
Propuesta
Vale la pena recorrer por carretera los más de 300 kilómetros que separan a María la Gorda de la Ciudad de La Habana para encontrarse con este sitio paradisíaco, donde cantan los sinsontes a cualquier hora del día, chillan los totíes, anidan las cotorras, viven el pájaro carpintero y el almiquí –animales en peligro de extinción- corren los lagartos y florecen muchas especies únicas del reino vegetal en sus frondosas arboledas.
Todas estas características permiten catalogar el lugar como una de las zonas naturales más vírgenes del archipiélago cubano, razón suficiente para no dejar de visitar este remoto enclave en la península de Guanahacabibes, en el extremo más occidental de la Isla.
Leyenda
Varias leyendas narran los nativos sobre el descubrimiento y nombre sui géneris de María La Gorda. Todas las fábulas hablan de un pirata que raptó a una joven y la trajo por mar a esa parte de la Isla donde él tenía su campamento habitual, adueñándose de ella como parte del botín. La nacionalidad de la muchacha es discutida todavía, pero los que defienden que fue venezolana se basan en una parte del mito que igualmente es contado en aquellas tierras.
El pirata partió un día para no regresar jamás a Guanahacabibes. María se convirtió a la piratería y se hizo dueña del enclave; años más tarde, gruesa y vieja, tomó en propiedad los bienes de su secuestrador y se posesionó del almacén, fonda y posada para filibusteros y comerciantes contrabandistas, con lo que su nombre se propaló allende la tierra inhóspita y los mares.
Y queda la imagen de esa gruesa mujer, cocinando para comensales siempre alegres por la compañía del vino y las mujeres en este punto de la toponimia de Guanahacabibes. Todavía era este lugar, por allá por 1830, el Guanal de la Vigía Antigua, en las cartas de mar, pero ya desde 1880, nadie quiere llamarlo con otro nombre que el que ahora tiene: María la Gorda.
Opciones
En María la Gorda existen hoy 39 zonas de buceo que son el encanto de los turistas. A solo 14 metros de profundidad se divisan en abundancia el coral negro y otras especies de mucha belleza. En las aguas cristalinas se deslizan lentamente diversas especies de peces, entre ellos destacan las barracudas, jocuses, pargos y cajíes y una multitud de esponjas que complementan la belleza de los fondos submarinos.
El clima tropical de Cuba, con promedio de 27 grados Celsius, permite que el Centro Internacional de Buceo se encuentre abierto durante todo el año, además de brindar alojamiento propio y otras propuestas interesantes.
Entre los atractivos sobresale el Valle de Coral Negro, donde existen cien metros de paredes de coral y el Salón de María, una cueva a 18 metros de profundidad conformada por corales de plumillas. Otras zonas se destacan también por la concentración de peces sobre todo en sus estaciones migratorias.
Las modalidades náuticas que se practican son: el buceo en sus varias acepciones, el snorkeling, la fotografía subacuática, así como las excursiones. Además, se ofrecen cursos de introducción al buceo.
En Villa María La Gorda están disponibles 24 habitaciones climatizadas, con refrigerador, radio y cuenta además con restaurante y tiendas de artículos náuticos.
La playa es un encanto. Una amplia franja de arenas blancas bañadas por el Mar Caribe, con vegetación fundamental de uva caleta y cocoteros permite guarecerse un poco del sol abrasador del trópico.
Aunque algunas cavernas son peligrosas, acompañados por guías expertos pueden visitarse las grutas marinas y llegar hasta las profundidades donde descansan más de cien pecios de galeones piratas.
El seafari, las excursiones y paseos en barco, la pesca de altura y de fondo y la fotografía submarina son opciones a tener en cuenta cuando decida pasar días divinos en María la Gorda… y descubrir sus secretos encantos.
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